La situación en Japón sigue siendo de lo más delicada a tenor de las informaciones procedentes del país y que, por lo general, aluden al estado del reactor 3 de la central nuclear de Fukushima. Como apuntan diversos medios, la vasija del mismo podría estar seriamente dañada, lo que ha motivado el desalojo de los trabajadores que trabajaban en él.
Dos de ellos, que entraron en contacto con el agua de la vasija, han sido internados en un hospital, ya que ésta presentaba unos niveles de radiactividad 10.000 veces por encima de lo normal. El motivo más probable, daños en las barras de combustible del reactor a causa de lo que el Gobierno tildó de 'fallo de seguridad'. Por otra parte, van ya dos días en los que puede apreciarse el humo que emana del reactor 3 de Fukushima, el mismo que alberga en su interior sustancias tan peligrosas como el plutonio o el uranio.
Así, esta circunstancia ha hecho que el Gobierno de Japón opte por ampliar el perímetro de seguridad en torno a la central nuclear de Fukushima. A la vez, aumenta el número de países que, como cabría esperar, están vetando la importación de productos nipones tras el terremoto y la crisis nuclear, algo que podría extenderse también al tránsito de personas. En este sentido, China informó de la llegada de dos japoneses al país que arrojaban, asimismo, importantes tasas de radiactividad.
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