Una de las medidas que más controversia llegó a levantar entre los consumidores españoles es ya historia. Hablamos del polémico canon digital, que por decisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional queda suprimido para alegría de los usuarios.
Como se recordará, el canon digital respondía a una orden ministerial de 2008, y para no pocos consumidores y usuarios suponía, como poco, una violación de la presunción de inocencia, una de las máximas de la Constitución española. El motivo es que el canon digital establecía el pago de una tasa por cada CD o DVD adquirido ante la posibilidad de que fuera empleado para copiar contenidos protegidos por la propiedad intelectual.
Sin embargo, lo que ha motivado la anulación del canon digital por parte de la Audiencia Nacional es que, según el parecer de los magistrados encargados de la sentencia, la norma se instauró sin un examen previo por parte del Consejo de Estado. Al mismo tiempo, tampoco se llevó a cabo ninguna memoria de índole justificativa o económica.
Sea como sea, las reclamaciones de los consumidores con respecto al canon digital tampoco han sido del todo contempladas, ya que la Audiencia Nacional se pronunció en contra de la devolución del dinero recaudado hasta la fecha.
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