“Soy ese puente latente, incandescente, que dolorido entre los bolsillos quiere ser degustado por tus labios”; “Esperma de niño precoz, nocturno”. Éstas y otras frases forman parte de un libro de textos literarios editado por la Dirección de Letras del Instituto de Cultura de Chaco, que el gobierno de esa provincia sacó de circulación luego que fuera denunciado públicamente por un grupo de padres y docentes por "apología o exaltación de la pedofilia".
La publicación, titulada “Arqui-textos: Herramientas creativas para la producción literaria” había llegado a manos de los alumnos de algunas escuelas y desató la polémica por el contenido altamente explícito de sus “poesías”.
El Ministro de Educación chaqueño, Francisco Romero, informó la medida tomada por una disposición del gobernador Jorge Capitanich, aunque aclaró que el libro había sido editado como parte de una producción de talleres literarios, pero que “nunca fue pensado para el ámbito escolar”, según informaron los medios locales.
En algunos de los textos literarios pueden leerse palabras como “paja”, “verga”, “pija”, “poronga” y hasta la mención de un personaje “cogiéndose niños”. Algunas de estas producciones, por el tenor de su contenido, ni siquiera fueron firmadas y su autor aparece como “anónimo”.
Los recopiladores de los textos, Lucas Ameri, Marina Coronel, Roberto Mateo y Mario Caparra, fueron citados por un grupo de concejales oficialistas de Du Graty, liderado por Analía Barbero, para que den explicaciones sobre estos ejemplares. Enojado, Caparra los acusó de ignorantes y se retiró de la reunión con sus compañeros.
Por su parte, la presidenta del Instituto de Cultura chaqueño, Silvia Robles, aclaró que el libro no fue confeccionado como material de lectura para escuelas, sino para el público adulto, y “entendido en el tema”. También dijo desconocer que el material haya sido distribuido en las instituciones educativas, y que, si efectivamente llegó, como señalan las denuncias, "serán quitados de circulación y se iniciará una investigación para sancionar a los responsables".
La concejal Barbero, en tanto, expresó que aún está “muy triste y preocupada” por lo sucedido. "No podíamos pasar por alto varios párrafos, pero dudamos que el libro haya sido leído de manera completa por el ministro Romero o por el gobernador Capitanich, porque sino inmediatamente hubieran reaccionado”, aclaró.
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