Lo poco que lo asemeja con los vehículos modernos son su combustible, sus cuatro ruedas y el volante. Cien años después de su primer rodamiento, el Anasagasti poco se parece con los autos actuales, pero sigue funcionando.
El primer auto construido en serie en Argentina cumplió 100 años de vida. Diseñado por el ingeniero Horacio Anasagasti se construyeron poco más de media centena de unidades pero demostró ser una muestra de la industria argentina de principios del siglo pasado.
Fue presentado en Buenos Aires en la Exposición Internacional del Centenario de 1910. Fabricado en una planta del barrio de Palermo salió a la venta en los años 1911 y 1912. Participó exitosamente en carreras realizadas en Europa y en el país hasta 1920.
Anasagasti, miembro de una tradicional familia argentina, trabajó en Europa y Estados Unidos junto a otro pionero, su amigo Jorge Newbery, para estudiar las características que contemplaba la fabricación de automóviles.
En la actualidad quedan dos “Anasagasti” en funcionamiento en Argentina: uno de ellos propiedad del Club de Automóviles Clásicos ubicado en San Isisdro, y el otro pertenece a la Fuerza Aérea y está preservado en el Museo Nacional de Aviación ubicado en la Base Aérea de Morón.
Este vehículo fue donado en 1912 a la Escuela de Aviación Militar por el mismo Ingeniero Anasagasti y funcionó en su sede de El Palomar, actual Primera Brigada Aérea, para trasladar tripulaciones y en algunos casos para ayudar en el arranque de las aeronaves de la Fuerza Aérea.
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