La mujer confirmó a lanacion.com que la adolescente había recibido amenazas del directivo de Florencio Varela, que fue detenido y removido de su cargo
"Desde que me enteré que lo detuvieron estoy más tranquila. Tenía miedo porque la tenía amenazada a la nena. Ahora sólo espero que se haga justicia, no que dentro de unos meses salga en libertad. Porque nos arruinó la vida a todos", contó a lanacion.com Sabina, la abuela de la alumna de 13 años abusada por el director de su escuela en Florencio Varela.
A pesar del dolor, para la mujer hoy es un día de alivio: Mario Braccamonte, de 45 años, a quien ella denunció en enero último por presunto abuso, fue separado de su cargo en la institución y quedó detenido el viernes pasado.
"Ella también está mejor", dijo con voz temblorosa al otro lado del teléfono esta abuela que crió y vive con la niña desde pequeña. "Yo notaba que empezó a cambiar su actitud y su forma de ser. Estaba agresiva, discutía mucho. Ella no era así. Antes, jugaba con los primitos, con las muñecas, hasta que en octubre empezó a cambiar: siempre estaba enojada, se acostaba y no dejaba que nadie le tocara su celular. Era que este degenerado le mandaba fotos de sus partes genitales", relató con tristeza y bronca.
Pero más allá de la desgracia, Sabina no perdió la calma. Reveló que esperó todos los tiempos legales y que llegó el tiempo de la justicia. La pequeña, de quien no quiere develar su nombre, se cambió de colegio. Ella confía en que su nieta, con ayuda psicológica, volverá a tener una vida normal.
"Desde que me enteré que lo detuvieron estoy más tranquila. Tenía miedo porque la tenía amenazada a la nena. Ahora sólo espero que se haga justicia, no que dentro de unos meses salga en libertad. Porque nos arruinó la vida a todos", contó a lanacion.com Sabina, la abuela de la alumna de 13 años abusada por el director de su escuela en Florencio Varela.
A pesar del dolor, para la mujer hoy es un día de alivio: Mario Braccamonte, de 45 años, a quien ella denunció en enero último por presunto abuso, fue separado de su cargo en la institución y quedó detenido el viernes pasado.
"Ella también está mejor", dijo con voz temblorosa al otro lado del teléfono esta abuela que crió y vive con la niña desde pequeña. "Yo notaba que empezó a cambiar su actitud y su forma de ser. Estaba agresiva, discutía mucho. Ella no era así. Antes, jugaba con los primitos, con las muñecas, hasta que en octubre empezó a cambiar: siempre estaba enojada, se acostaba y no dejaba que nadie le tocara su celular. Era que este degenerado le mandaba fotos de sus partes genitales", relató con tristeza y bronca.
Pero más allá de la desgracia, Sabina no perdió la calma. Reveló que esperó todos los tiempos legales y que llegó el tiempo de la justicia. La pequeña, de quien no quiere develar su nombre, se cambió de colegio. Ella confía en que su nieta, con ayuda psicológica, volverá a tener una vida normal.
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