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5 de julio de 2010

¿Cuánto ganan los famosos por la foto en el boliche?

El negocio de "hacer presencia" se invirtió. Ahora son los hombres los más cotizados para subir el nivel de un local nocturno.

Por Florencia Canale

La última semana, la comunidad toda fue testigo del despido –vía tevé, en tiempo real – del custodio más famoso del país, por intentar multiplicar su fuente de ingresos. Marcelo Tinelli ofició de mediador entre el magnate Ricardo Fort y la furia que le provocara que su empleado Tito engrandeciera sus arcas a través de otro ejercicio laboral: el acto de presencia. Aunque de ejercitación poco y nada, con tan sólo acudir a una discoteca –del Conurbano o del resto del país–, enmudecer, prestar la cara para fotos varias y ofrecer la mejilla en pos del beso, basta para ser beneficiado con unos cuantos pesos.

Para ser uno de los solicitados en la noche bolichera, el requisito indispensable es ser parte activa de la televisión actual. Y el mecenas, desde hace varios meses, no es otro que el showman de todos los showmen, Tinelli. Todas sus propuestas del combo reality-certamen impulsan como bólidos a sus participantes. “No podemos dejar de observar que la tele hace que los que están en la televisión sean atractivos para los vendedores. Y Tinelli es como la fábrica”, afirmó Jorge Brunelli, manager de Silvina Escudero y Matías Alé, entre otros. “Hay que aprovechar el momento. Así se hace una buena diferencia”, agregó.

Los galanes más solicitados son Gonzalo Heredia y Luciano Castro (ex Valientes), y Rodrigo Guirao Díaz, con un pico de cachet de 20 mil pesos la presencia. Sus colegas de profesión comentan que Castro llegó a la suma de 500 mil el año pasado. Mariano Martínez, el restante del trío valiente, quedó rezagado por su paternidad y estado civil. Ya no le seduce el tour presencial. También se dice que el galancete Sebastián Estevanez compró su casa a partir de estas prácticas. El otro joven que agenciaba buenos dividendos en el mercado nocturno era el chileno Gonzalo Valenzuela. Embolsaba 15 mil pesos por la instantánea y beso, durante unas pocas horas. Pero la foto que circuló junto a una ignota señorita –que jugara de señuelo para hacerse conocida– en una disco del sur del país fue suficiente como para que la pareja de Juana Viale abandonara su oferta. La felicidad del hogar no tiene precio.

Bastante rezagados del Olimpo de galanes, viene el resto. Aunque no sin buenos fajos al contado al finalizar la noche del acto de presencia. Entre los muchachos de interés surge Matías Alé, con una cotización de 7 mil pesos. A igual cifra llegó el "bodyguard" mediático Tito en su incipiente carrera presencial. Incluso Ricardo Fort intentó ser figura del mundo de las presencias. Su participación –con varios de sus “gatos” incluidos– arribaba a los 30 mil pesos. Pero no prosperó.

Dentro de las huestes del género femenino se cuecen otras habas. Las chicas cobran menos. Las más requeridas son Silvina Escudero –oscila entre 7 y 10 mil pesos–, Pamela David y Jesica Cirio, también con el contante de siete mil. La noche paga cash, y cada vendedor lo hace al representante del famoso en cuestión. Es que las estrellas no tocan el dinero. Más abajo en el ranking aparece Belén Francese –que puede venir con el Beludance incluido– y la díscola Amalia Granata. Sin embargo, las malas lenguas dicen que la columnista de Roberto Pettinato no es bienvenida en el mundo de los dueños de la noche. Parece que Granata “sopla” a los vendedores y ofrece su contacto directo a los dueños de los boliches. Así, evita intermediarios.


El acto de presencia se convirtió en el nuevo "kiosquito" de los famosos. Antes, invertían en un negocio gastronómico o algún perfume con su nombre pero, hoy, prefieren diversifivar sus ingresos figurando como la visita del día en Esperanto, Sunset o cualquier otra disco que se precie de ser "cool". Y pensar que el común de los mortales tiene que pagar para entrar a los boliches.

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