
En pocos años, un reactor experimental de fusión nuclear, situado cerca de Moscú podría ser el primero en producir una reacción de fusión autosostenida, gracias un proyecto conjunto entre Italia y Rusia, el cual sería un hito clave para la energía de fusión.
El reactor propuesto se basa en un diseño desarrollado por Bruno Coppi, un profesor de física en el MIT, y principal investigador del proyecto del reactor de la Agencia Nacional de Italia para las Nuevas Tecnologías, Energía y Medio Ambiente.
Ignitor es un reactor Tokamak, un dispositivo con forma de rosquilla que utiliza poderosos campos magnéticos para producir la fusión por plasma supercaliente para así apretar isótopos de hidrógeno. Las ondas de radio y de la corriente eléctrica de alta frecuencia pasan a través del plasma, lo calientan a temperaturas extremas, luego la presión combinada hace que los núcleos de hidrógeno se fusionen para formar helio en un proceso que libera enormes cantidades de calor. En un reactor de fusión completamente funcional, este calor se utiliza para accionar una turbina generadora de electricidad.
Un reactor mucho más grande, lejos de reactor de fusión Ignitor y su complejidad, es el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER), el cual tiene prevista su construcción en Saint-Paul-lez-Durance, en Francia. El ITER, que se completará en 2019 y estará listo para pruebas a gran escala en 2026, no producirá una reacción de fusión autosostenida, si bien el Ignitor será un sexto del tamaño del ITER, pondrá a prueba las condiciones necesarias para producir una reacción auto-sostenible.
“El Ignitor nos dará una breve explicación sobre cómo se comporta la combustión de plasma, y que podía informar sobre cómo proceder con el ITER y otros reactores”, dice Roscoe White , un investigador distinguido en el Princeton Plasma Physics Laboratory.
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